Primero deberíamos empezar por hacernos la siguiente pregunta: ¿qué es desarrollo personal? Normalmente se entiende como cambios en la persona que va adquiriendo nuevas perspectivas, nuevos hábitos; entendemos que no tiene que ser necesariamente mediante nuevas ideas, sino que puede venir dado también al abrirnos a experiencias nuevas o por otras circunstancias.
Ahora bien, entonces, ¿en qué me puede ayudar un psicólogo?
Haciendo un recorrido por las diferentes áreas de tu vida acompañado por el profesional, puedes descubrir nuevas formas de afrontar las situaciones conflictivas a las que hemos aprendido a responder casi siempre de la misma forma y vivir tus emociones, pensamientos y acciones de formas más provechosas para ti.
¿Y esto no se puede hacer sin un psicólogo?
La ventaja de recorrer este camino acompañado por un profesional es que tiene herramientas que te pueden resultar más útiles para entender mejor, trabajar y entrenar la flexibilidad e incluso abrir nuevas metas, viviendo tus emociones de forma más provechosa.
Muchas veces por nuestros hábitos, historia y aprendizajes no nos dirigimos hacia lo realmente importante para nosotros, porque otras cosas en el presente del corto plazo nos están siendo distractoras de lo que verdaderamente nos puede interesar. No es necesario sentir un sufrimiento intenso o insatisfacción, para poder replantearnos hacia dónde estamos dirigiendo nuestras acciones en el día a día y si está influyendo en la dirección que queremos.
Situar un faro personal con el que guiarte, alumbrando aquello que es importante en el recorrido holístico por tu historia, y poder volver a ello siempre que estés perdido; no sabemos lo que depara el futuro pero podemos actuar hoy para influir en nuestros objetivos personales, haciendo hueco a las circunstancias sociales y personales (emociones, pensamientos) trabajando la flexibilidad para movernos con soltura hacia lo que es relevante en nuestra vida.